_
Sé que simplemente ocupé la Z de tu abecedario, porque era la última letra de la lista, el último capricho del verano, o quién sabe si la antítesis de lo vivido hasta el momento.
Pero, por mi origen, por el destino, o yo que sé... esa Z final de la que fui protagonista, fácilmente sirvió para escribir versos de amor, de locura y hasta para llenar de primaveras mi blanca habitación.
Y para soñar con tu silueta, con tu voz, o con la manera que teníamos de reír y de soñar.
Con tus labios, con tus ojos y con la colección de lunares que descubrí en tu cuerpo.
Y aunque lo intento, lo re intento y aún lo vuelvo a intentar, no he conseguido olvidar el corazón que escribí con mi dedo índice en tu espalda.
_
Sé que simplemente ocupé la Z de tu abecedario, porque era la última letra de la lista, el último capricho del verano, o quién sabe si la antítesis de lo vivido hasta el momento.
Pero, por mi origen, por el destino, o yo que sé... esa Z final de la que fui protagonista, fácilmente sirvió para escribir versos de amor, de locura y hasta para llenar de primaveras mi blanca habitación.
Y para soñar con tu silueta, con tu voz, o con la manera que teníamos de reír y de soñar.
Con tus labios, con tus ojos y con la colección de lunares que descubrí en tu cuerpo.
Y aunque lo intento, lo re intento y aún lo vuelvo a intentar, no he conseguido olvidar el corazón que escribí con mi dedo índice en tu espalda.
_
Y si no puedo más, tal vez un consejo podrá ayudar.
No quiero más letras en mis labios, olvida el maldito abecedario.
_
No quiero más letras en mis labios, olvida el maldito abecedario.
_
Comentarios
un beso muy grande guapísimo
Animo, un abrazo.
lo importante es la huella que dejas.
¡Un besote, zamorano!
Otra vez de vuelta, me alegro ;)
Loles.
¡Quizás sea un motivo!
Besos!