Aunque me llenaste de dolor, ya te he perdonado. Aunque me decepcionaste, ya te he arrancado de mí. Y no tengo odio, no tengo rabia, no guardo rencor. Siempre aposté por quedarme con lo bueno, por crecer, por luchar, por avanzar y así sigo, creando a cada día nuevos horizontes, nuevas metas, nuevos sueños. Que el sol ilumine tus pasos y alcances tus sueños.