El frío invierno regresó y atravesó susurrante mi ventana. Los viejos miedos y la tristeza acariciaron de nuevo mi vacío existencial. Y tras el paréntesis pasionario, vuelvo a descubrir, que ya no quedan besos como los suyos, ni silencios bajo la almohada. No consigo acostumbrarme a los piropos de mujeres exaltadas, y mi alma exige vacaciones. _ Exaltación de amor y de pasiones, frío viento y silencios, soledades marchitas. Pasiones, versos y cuentos infinitos… _ _ Hay días que me asalta la melancolía de los inútiles.. _