He vuelto a ver a esa chica, con la que un día regresé a casa. Y los años se me han echado encima como un peso despiadado. He pensado en este tiempo, en estos años, y no se si me sirvieron de algo, o si solo me hicieron más viejo. Tan joven y tan viejo, como la canción del maestro Sabina.
Ahora me dicen que me ven desmotivado, y que ha desaparecido mi brillo, y mi sonrisa.
_
Sé que ya no me leerás, si es que algún día lo hiciste. Pero quisiera dejar aquí algunas palabras para ti. No perderás mucho tiempo, no te preocupes.
Cuando me acerqué a ti, fue solamente porque creía que debía limpiar tus lágrimas. Durante los meses de verano no tenía intenciones de nada, y si me preocupaba por ti, era porque me había sorprendido mucho encontrar en ti a una amiga. Y es verdad, en esos momentos deseaba verte, y compartir contigo unos segundos, porque se que tu presencia me llenaría de vida. Me dolía sentirte triste y me hubiera gustado estar a tu lado.
Cuando nos volvimos a encontrar, y en tu pequeña habitación te besé porque lo deseaba y me lo pediste. Y la verdad, es que lo que me paso esa noche ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida.
Con el tiempo y el contacto me enamoré, y lo siento. Yo sabía que era difícil y que tenía que renunciar a muchas cosas, pero creía que merecía la pena luchar, además mi corazón me lo pedía. _
Sé que lo has pasado mal, y que ahora pensarás que lo único que hice fue molestar en este tiempo, y lo siento en el alma. Porque ojalá pudiera volver al pasado y quedarme en la cama con mis antibióticos aquella noche de Junio. Conocerte fue maravilloso, pero así te hubiese evitado el virus que sufriste durante estos ocho meses.
La despedida fue muy dura, y te busqué en el andén como en el lejano Noviembre, pero ya no pude verte. No hubo últimas palabras, ni abrazos, solo desolación.
Y ya no queda nada…
_
Dicen que en estos momentos, hay que apoyarse en quien te quiera, pero no tengo nada, ni siquiera esa brillante estrella que mis noches iluminaba.
Lo pasaré mal un tiempo, pero me alegro por ti, porque al fin te has desprendido de quien tanto se preocupaba, e intentaba distraerte si ya no podías más.
Ahora ya no perderás el tiempo pensando en mí, ni seré una persona especial, ni te sorprenderé nunca más, ni siquiera te volveré a parecer interesante.
_
Y no te preocupes, pronto el médico te dirá que ese virus ha desaparecido para siempre.
Intenta ser feliz y nunca dejes de soñar.
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Ahora me dicen que me ven desmotivado, y que ha desaparecido mi brillo, y mi sonrisa.
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Sé que ya no me leerás, si es que algún día lo hiciste. Pero quisiera dejar aquí algunas palabras para ti. No perderás mucho tiempo, no te preocupes.
Cuando me acerqué a ti, fue solamente porque creía que debía limpiar tus lágrimas. Durante los meses de verano no tenía intenciones de nada, y si me preocupaba por ti, era porque me había sorprendido mucho encontrar en ti a una amiga. Y es verdad, en esos momentos deseaba verte, y compartir contigo unos segundos, porque se que tu presencia me llenaría de vida. Me dolía sentirte triste y me hubiera gustado estar a tu lado.
Cuando nos volvimos a encontrar, y en tu pequeña habitación te besé porque lo deseaba y me lo pediste. Y la verdad, es que lo que me paso esa noche ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida.
Con el tiempo y el contacto me enamoré, y lo siento. Yo sabía que era difícil y que tenía que renunciar a muchas cosas, pero creía que merecía la pena luchar, además mi corazón me lo pedía. _
Sé que lo has pasado mal, y que ahora pensarás que lo único que hice fue molestar en este tiempo, y lo siento en el alma. Porque ojalá pudiera volver al pasado y quedarme en la cama con mis antibióticos aquella noche de Junio. Conocerte fue maravilloso, pero así te hubiese evitado el virus que sufriste durante estos ocho meses.
La despedida fue muy dura, y te busqué en el andén como en el lejano Noviembre, pero ya no pude verte. No hubo últimas palabras, ni abrazos, solo desolación.
Y ya no queda nada…
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Dicen que en estos momentos, hay que apoyarse en quien te quiera, pero no tengo nada, ni siquiera esa brillante estrella que mis noches iluminaba.
Lo pasaré mal un tiempo, pero me alegro por ti, porque al fin te has desprendido de quien tanto se preocupaba, e intentaba distraerte si ya no podías más.
Ahora ya no perderás el tiempo pensando en mí, ni seré una persona especial, ni te sorprenderé nunca más, ni siquiera te volveré a parecer interesante.
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Y no te preocupes, pronto el médico te dirá que ese virus ha desaparecido para siempre.
Intenta ser feliz y nunca dejes de soñar.
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Como hago yo, para explicarte,
que en parte me parte la idea,
de que de mi debas marcharte,
tengas que separarte...
_
Dime que hago yo,
sin tu olor, sin tu voz,
sin tocarte y besarte,
Quién soy sin ti,
¿quién sin mi ángel?
_
Caminaré y no te veré,
solo en el camino, lejos te sentiré,
te esperaré, tu amigo más fiel,
contigo a tu lado, tu no me dejes…
_
Sabes que aquí dentro,
te siento y lamento,
que no estés en este momento.
Tengo algo en mí y es tu recuerdo,
aunque no nos entiendan los cuerdos.
Dime que hago aquí, sin ti…
_
Caminaré y no te veré,
solo en el camino, lejos te sentiré,
te esperaré, tu amigo más fiel,
contigo a tu lado, tu no me dejes…
_
Contigo a tu lado, siempre…
_que en parte me parte la idea,
de que de mi debas marcharte,
tengas que separarte...
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Dime que hago yo,
sin tu olor, sin tu voz,
sin tocarte y besarte,
Quién soy sin ti,
¿quién sin mi ángel?
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Caminaré y no te veré,
solo en el camino, lejos te sentiré,
te esperaré, tu amigo más fiel,
contigo a tu lado, tu no me dejes…
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Sabes que aquí dentro,
te siento y lamento,
que no estés en este momento.
Tengo algo en mí y es tu recuerdo,
aunque no nos entiendan los cuerdos.
Dime que hago aquí, sin ti…
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Caminaré y no te veré,
solo en el camino, lejos te sentiré,
te esperaré, tu amigo más fiel,
contigo a tu lado, tu no me dejes…
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Contigo a tu lado, siempre…
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