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Confieso que a veces paseo por tus calles, comparto el viento que discurre tus mejillas, sigo tus pasos por los bulevares y envidio las gotas de lluvia que mojan tu pelo.
Afirmo que hay momentos en los que exploraría los inquietantes recovecos de tu cuerpo, mordería tus labios, besaría tu cuello o acariciaría tu alma.
Siento la extrañeza del pulso acelerado, emociones y sueños de segundos compartidos.
Pero el miedo me asola, la rutina me entretiene...
Confieso que a veces paseo por tus calles, comparto el viento que discurre tus mejillas, sigo tus pasos por los bulevares y envidio las gotas de lluvia que mojan tu pelo.
Afirmo que hay momentos en los que exploraría los inquietantes recovecos de tu cuerpo, mordería tus labios, besaría tu cuello o acariciaría tu alma.
Siento la extrañeza del pulso acelerado, emociones y sueños de segundos compartidos.
Pero el miedo me asola, la rutina me entretiene...
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