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Y allí estaba ella, con la mirada tierna y los ojos entreabiertos.
Con los sueños amarrados, las ilusiones crecientes.
Literatura, poesía entre sus manos.
Incorrecta y con la mente abierta, la memoria despejada, dispuesta a contemplar millones de estrellas.
Dulce como la brisa entre la tempestad, lenta como aquellas cosas que carecen de sentido.
Tan ella, tan sola, tan fuerte.
Siete lunas en su pecho, dos pares de cicatrices, los sueños aún latentes.
Tres suspiros, miles de historias por contar, el alma de amor sedienta.
Frágil y triste… como las mujeres perfectas.
Y allí estaba ella, con la mirada tierna y los ojos entreabiertos.
Con los sueños amarrados, las ilusiones crecientes.
Literatura, poesía entre sus manos.
Incorrecta y con la mente abierta, la memoria despejada, dispuesta a contemplar millones de estrellas.
Dulce como la brisa entre la tempestad, lenta como aquellas cosas que carecen de sentido.
Tan ella, tan sola, tan fuerte.
Siete lunas en su pecho, dos pares de cicatrices, los sueños aún latentes.
Tres suspiros, miles de historias por contar, el alma de amor sedienta.
Frágil y triste… como las mujeres perfectas.
Comentarios
el placer ha sido mio, y nunca mejor dicho! jaja
Me gustó mucho eso. ¿Será la perfección?
Un abrazo!
y el placer es todo miooooO
besos y nos estamos leyendo
Ni los hombres tampoco xD
un beso!