Tenía los labios más dulces que jamás hubiese besado.
La mirada tierna, la sonrisa perfecta, las mejillas con el tacto de la seda o el satén.
Los ojos brillantes, las manos perfectas, sutil y elegante su escote.
Destilaba verborrea adecuada por su boca, e ilustraba sus palabras con el acento bonito de sus tierras del Norte.
Bebía, reía y regalaba risas e ilusiones días pares e impares.
Soñaba, sentía, e incluso imaginaba noches compartidas, días acompañados de besos y cervezas.
Odiaba la contradicción, las costumbres, los cambios de estilo.
De día se aburría, la noche le embriagaba.
Es por eso, que soñé con ella, y con compartir los instantes, las noches y los días.
Comentarios
y esa chica una de las más afortunadas del mundo!
Ayyyy.. qué cosas dices :)
un abrazote chico guapo