_ Venía con aires del Norte y vientos del Sur; con la sutileza propia de una mujer moderna y cultivada en las más diversas artes, ciencias y disciplinas. Gentil, paciente, y con esa emoción que se desborda en momentos puntuales, llegó para hacerse hueco, y sin duda para quedarse con un lugar propio en la vida de este humilde poeta. Tímida y atrevida, rápida y lenta, antesala del estereotipo de mujer perfecta que abandona momentos tristes y horas bajas. Mas, lejos de cumplir, lo que pudiera intuirse de su pasado, esta mujer, permanecía sobreviviendo como mujer luchadora, sencilla, inteligente y tremendamente hermosa. Hermosura descrita en cada una de las poesías que salían de su pluma y de su almohada, en sus fotografías, pinturas, y otras artes; pero sobre todo en la intersección violenta de su cabello y su espalda. Y en su cuello limpio, su tacto dulce, sus mejillas ilustradas, la rápida comisura de sus labios. Y aunque sabía a coda flamenca, y a tímido estilo rock-pop, más bien, pe...