_
Aquella tarde, mientras soplabas las velas de tu décimo primer cumpleaños, yo sentía como una lágrima lenta recorría mis mejillas.
Moría Claudio, el escritor de cabecera de la generación de los cincuenta, el escritor zamorano, el soñador, el poeta.
Diez años más tarde, los sentimientos me siguen produciendo un extraño vacío en el estómago cuando llega el aniversario de su muerte, aunque aprovecho para disfrutar del legado que nos dejó, y para recordar los momentos felices que la vida ofrece, para reír, para soñar.
Tú, con diez años más, sigues siendo la niña entonces, la niña que lloraba y que sentía, la niña que soñaba. La niña que se refugiaba en su música y en su walkman. La niña que jugaba con los niños en la plaza del pueblo, la que dejaba siempre para mañana los deberes del colegio.Hoy, menos niña y más mujer, tus sueños siguen intactos. La música aún suena en tus labios, cambia tus gestos y marca el destino de tus pasos.
Hoy, como hace diez años, tampoco faltará una tarta con velas que soplar, ni un instante por el que seguir soñando.
Por eso esta tarde, he regalarte versos, los versos de Claudio:
Aquella tarde, mientras soplabas las velas de tu décimo primer cumpleaños, yo sentía como una lágrima lenta recorría mis mejillas.
Moría Claudio, el escritor de cabecera de la generación de los cincuenta, el escritor zamorano, el soñador, el poeta.
Diez años más tarde, los sentimientos me siguen produciendo un extraño vacío en el estómago cuando llega el aniversario de su muerte, aunque aprovecho para disfrutar del legado que nos dejó, y para recordar los momentos felices que la vida ofrece, para reír, para soñar.
Tú, con diez años más, sigues siendo la niña entonces, la niña que lloraba y que sentía, la niña que soñaba. La niña que se refugiaba en su música y en su walkman. La niña que jugaba con los niños en la plaza del pueblo, la que dejaba siempre para mañana los deberes del colegio.Hoy, menos niña y más mujer, tus sueños siguen intactos. La música aún suena en tus labios, cambia tus gestos y marca el destino de tus pasos.
Hoy, como hace diez años, tampoco faltará una tarta con velas que soplar, ni un instante por el que seguir soñando.
Por eso esta tarde, he regalarte versos, los versos de Claudio:
“La arena, tan desnuda y tan desamparada,
tan acosada,
nunca embustera, ágil,
con su sumisa libertad sin luto,
me está lavando ahora.
_
La vanagloria oscura de la piedra
hela aquí: entre la yema de mis dedos,
con el susurro de su despedida
y con su olor a ala tempranera.
_
Vuela tú, vuela,
pequeña arena mía,
canta en mi cuerpo, en cada poro, entra
en mi vida, por favor, ahora que necesito
tu cadencia, ya muy latiendo en luz,
con el misterio de la melodía
de tu serenidad,
de tu honda ternura."
_
(Claudio Rodriguez)
_
Comentarios
"...Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía..."
NO hace falta que te lo diga,no?
Dos semanas grandecillo... creo que lo podremos soportar...
Buen finde
Saludos conversos.
Ojala me escribiesen algo asi a mi para mi cumpleaños..
senti como un vuelco aqui dentro.
Saber ver, apreciar, respetar, ahi estan todas las respuestas. ( No necesitamos de preguntas)
El mejor regalo :)
lo bonito es llevara la gente en el corazón, de esa manera siempre siguen con vida
besotes