_
Escribí tu canción con unos viejos acordes, con demasiadas lágrimas en los ojos, con paso decidido y pocas monedas en los bolsillos.
Valiente y con la dosis justa de locura, me lancé a tu abrazo y a la melodía que escribían tus labios.
Y es que llegaste un día a mi historia de escasas primaveras, para llenar mis días de risas, cuentos de brujas, niños malos y sueños que cumplir. Quizás yo, por soñador me entusiasmé, y te di parte de mi vida, pues necesitaba volar y no morir en el olvido de mis silencios, en la letanía de los sueños que perdí en el pasado.
Pero aun así, con lo mejor de mí y de mis silencios, y sin motivo aparente, un día decidiste usar tu fusil y regalarme antes de dormir tu último disparo.
_
Pero lejos de morirme o de ofrecer mi epitafio a tus fantasmas, seguí cerrando los bares, robándole horas a la noche, apostando por momentos especiales: lunas y estrellas, lluvia, y besos con sabor a sal.
_
Y hoy, siento que no estoy muerto, y que tengo vida en cada uno de los poros de mi piel. Vida que nace en cada sueño, en cada momento; cada vez que observo una estrella de mar sobre su pelo.
_
Y si en algún momento me siento solo, miro a la luna.
Porque así es mi vida, sin títulos ni adjetivos.
_
Escribí tu canción con unos viejos acordes, con demasiadas lágrimas en los ojos, con paso decidido y pocas monedas en los bolsillos.
Valiente y con la dosis justa de locura, me lancé a tu abrazo y a la melodía que escribían tus labios.
Y es que llegaste un día a mi historia de escasas primaveras, para llenar mis días de risas, cuentos de brujas, niños malos y sueños que cumplir. Quizás yo, por soñador me entusiasmé, y te di parte de mi vida, pues necesitaba volar y no morir en el olvido de mis silencios, en la letanía de los sueños que perdí en el pasado.
Pero aun así, con lo mejor de mí y de mis silencios, y sin motivo aparente, un día decidiste usar tu fusil y regalarme antes de dormir tu último disparo.
_
Pero lejos de morirme o de ofrecer mi epitafio a tus fantasmas, seguí cerrando los bares, robándole horas a la noche, apostando por momentos especiales: lunas y estrellas, lluvia, y besos con sabor a sal.
_
Y hoy, siento que no estoy muerto, y que tengo vida en cada uno de los poros de mi piel. Vida que nace en cada sueño, en cada momento; cada vez que observo una estrella de mar sobre su pelo.
_
Y si en algún momento me siento solo, miro a la luna.
Porque así es mi vida, sin títulos ni adjetivos.
_
Comentarios
Un saludiño
:**
TE DEJO UN GRAN ABRAZO...!!
Estas vivo no lo dudes..
Por cieto también tengo yo esa enfermedad...
Un beso paisano
Yo soy una enamorada de la luna, me gusta admiradla y ello tambien me hace sentirme llena de vida.
Un beso
Un beso!
Solo decirte que te sigo esperando en la ultima estacion en Silencio(esta es del nuevo disco... escuchala"), a pesar de que a veces me pongo un poco tonta...
Muaks...