_ Me regalaste amaneceres tristes, y besos en glorietas de las que no recuerdo el nombre. Me regalaste sueños inconcretos, cielos no sentidos y manos entrelazadas en aceras extrañas. Me regalaste lágrimas de regreso a casas extrañas, almohadas no compartidas y noches de lluvia en mis cristales. _ Y yo a cambio te regalé silencios, versos, e incluso soledades... _
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Comentarios
pero lo nuestro es pasar
pasar haciendo camino
camino sobre la mar
el dolor también pasa, la pena no queda para siempre
recuerda: cuando se cierra una puerta se abre una ventana
Cien días, cien horas, cien minutos, cien siglos.... qué más dá. Todo es demasiado o quizá demasiado poco. Vuelve a la vida y a las sonrisas, Javi. De nada nos sirve lamernos las heridas si no las cerramos. Así pasen cien dias.
Un beso.