Acabo de ver la luna. Hoy está preciosa…es una de esas noches en las que tengo tiempo de pasar las horas muertas pensando, y soñando en que un sol o una luna me ilumine.
Te despedí esta mañana y ahora acabo de subirme al bus, camino de mi casa, allá donde nace el silencio. Y pienso en hasta donde me ha guiado tan brillante estreliña.
Eres una de esas estrellas, que te deslumbran cuando la descubres, no es una simple estrella fugaz, sino una estrella increíble, sencillamente espectacular.
Pero ya abandono esta ciudad que nunca me ha gustado, si pudiera estirar el brazo y alcanzar las estrellas, si pudiera estar a tu lado siempre que me necesitases…
Llevo algún tiempo pensando que no puede existir alguien como tú, que eras el simple producto de mi imaginación, de mis sueños de amistad verdadera.
Resuenan en mi cabeza versos, resuenan palabras, canciones e imágenes que nunca podré olvidar. Pienso en todo aquello que ha pasado estos días, pienso que intento ser tu mejor amigo, pero sé que soy sencillamente imperfecto.
Tuve que soñar muchas veces en tenerte a menos de un centímetro de mi alma, en poder verte sonreír con mis propios ojos, en sentirte feliz como tantas otras veces. Y aunque escogí sin saberlo un mal momento para ti, aún me recibiste con los brazos abiertos. Habías perdido el sol que te guiaba y nada volvería a ser como antes cuando soñabas con ese amor ausente.
Tampoco era mi mejor momento, llevo un tiempo intentando buscar un sentido a todo esto y creo que necesito algo o alguien en lo que ilusionarme.
Por eso vuelvo a sentirme triste, porque veo que no he podido hacerte un poquito feliz estos días, que no he sido capaz de mitigar un segundo tu tremendo dolor.
Y sé que para afrontar el futuro es necesario cerrar el pasado, pero ahora te sientes tan mal, y es tan difícil olvidar tanto dolor en estos momentos…
Estreliña, algún día oí que todo hombre sueña con una mujer a la que entregarle el mundo, y yo intento entregarte poquito a poco mi mundo, mi pequeño y triste mundo de silencios y soledades.
Desde que supe de la existencia de una estreliña, que brillaba tan intensamente, intenté acercarme a su ternura, a su sencilla fragilidad, pero parecía que la suerte nos daba la espalda. Pero desde siempre me sorprendiste desprendiendo tanta luz, y demostrando tales ganas de conocer mi interior, que tenía que luchar por estos pequeños momentos junto a ti. Te quiero tanto que me dolería enamorarme de ti, porque creo que sería incapaz de hacerte sufrir, ya que preferiría morir a sentir que te sientes triste.
Pero en todo este tiempo he aprendido a quererte tanto…mucho más de lo que nunca imaginé.
Sé que te dolió que te dijese que no eras mi mujer ideal en lo físico, y me duele ser tan tremendamente sincero. Me gustas como persona y me atraes en lo físico porque eres una flor preciosa, pero es cierto que no eres la mujer en la que veo un ángel la primera vez que observé sus ojos. Y es que eres una mujer tan preciosa que me arrepiento tanto de haberte dicho tal tontería, que además te hizo sentir triste.
Me arrepiento tanto de las caricias que no supe darte…Te quiero mucho estreliña.
“Me despertó un suspiro, creo que era del viento…y me inundó la tristeza al sentir que llorabas a la luz de la luna. El sol se ocultó el día en que todo se volvió oscuro.
Desde que me enseñaste a saber quererte sufro con tu tristeza y siento tu fragilidad, y pienso en cuanto me gustaría tenerte cerca para decirte al oído que eres simplemente espectacular y que moriremos y seguirás brillando tan intensamente…”
Te despedí esta mañana y ahora acabo de subirme al bus, camino de mi casa, allá donde nace el silencio. Y pienso en hasta donde me ha guiado tan brillante estreliña.
Eres una de esas estrellas, que te deslumbran cuando la descubres, no es una simple estrella fugaz, sino una estrella increíble, sencillamente espectacular.
Pero ya abandono esta ciudad que nunca me ha gustado, si pudiera estirar el brazo y alcanzar las estrellas, si pudiera estar a tu lado siempre que me necesitases…
Llevo algún tiempo pensando que no puede existir alguien como tú, que eras el simple producto de mi imaginación, de mis sueños de amistad verdadera.
Resuenan en mi cabeza versos, resuenan palabras, canciones e imágenes que nunca podré olvidar. Pienso en todo aquello que ha pasado estos días, pienso que intento ser tu mejor amigo, pero sé que soy sencillamente imperfecto.
Tuve que soñar muchas veces en tenerte a menos de un centímetro de mi alma, en poder verte sonreír con mis propios ojos, en sentirte feliz como tantas otras veces. Y aunque escogí sin saberlo un mal momento para ti, aún me recibiste con los brazos abiertos. Habías perdido el sol que te guiaba y nada volvería a ser como antes cuando soñabas con ese amor ausente.
Tampoco era mi mejor momento, llevo un tiempo intentando buscar un sentido a todo esto y creo que necesito algo o alguien en lo que ilusionarme.
Por eso vuelvo a sentirme triste, porque veo que no he podido hacerte un poquito feliz estos días, que no he sido capaz de mitigar un segundo tu tremendo dolor.
Y sé que para afrontar el futuro es necesario cerrar el pasado, pero ahora te sientes tan mal, y es tan difícil olvidar tanto dolor en estos momentos…
Estreliña, algún día oí que todo hombre sueña con una mujer a la que entregarle el mundo, y yo intento entregarte poquito a poco mi mundo, mi pequeño y triste mundo de silencios y soledades.
Desde que supe de la existencia de una estreliña, que brillaba tan intensamente, intenté acercarme a su ternura, a su sencilla fragilidad, pero parecía que la suerte nos daba la espalda. Pero desde siempre me sorprendiste desprendiendo tanta luz, y demostrando tales ganas de conocer mi interior, que tenía que luchar por estos pequeños momentos junto a ti. Te quiero tanto que me dolería enamorarme de ti, porque creo que sería incapaz de hacerte sufrir, ya que preferiría morir a sentir que te sientes triste.
Pero en todo este tiempo he aprendido a quererte tanto…mucho más de lo que nunca imaginé.
Sé que te dolió que te dijese que no eras mi mujer ideal en lo físico, y me duele ser tan tremendamente sincero. Me gustas como persona y me atraes en lo físico porque eres una flor preciosa, pero es cierto que no eres la mujer en la que veo un ángel la primera vez que observé sus ojos. Y es que eres una mujer tan preciosa que me arrepiento tanto de haberte dicho tal tontería, que además te hizo sentir triste.
Me arrepiento tanto de las caricias que no supe darte…Te quiero mucho estreliña.
“Me despertó un suspiro, creo que era del viento…y me inundó la tristeza al sentir que llorabas a la luz de la luna. El sol se ocultó el día en que todo se volvió oscuro.
Desde que me enseñaste a saber quererte sufro con tu tristeza y siento tu fragilidad, y pienso en cuanto me gustaría tenerte cerca para decirte al oído que eres simplemente espectacular y que moriremos y seguirás brillando tan intensamente…”
Comentarios
Me ha emocionado mucho leer esta primera entrada. Es más de lo que merezco, porque mi brillo se apaga poco a poco sin remedio y ya no volveré a ser la que era. El sol se ha escondido para siempre y me ha sumido en un océano de oscuridad y dolor, mucho más negro y profundo que el que intentaba cruzar cuando le tenía a él a mi lado, luchando conmigo para no hundirnos...aora ya no queda nada, ahora ya no importa nada, y sólo el amor de amigos como tú puede ayudarme poco a poco a ocupar un nuevo sitio en el cielo. Porque me he muerto por dentro. Pero me siento orgullosa de tener amigos como tú, flores raras que crecen en los lugares más inhópitos e insospechados. Hasta algún lugar imposible me desplazaré para encontrarte la próxima vez. Si necesitas algo sólo búscame, ya sabes que en las noches más frías y oscuras intentaré seguir brillando débilmente. Un abrazo enorme y un beso de polvo de estrellas.
Siempre que encuentro un blog que me gusta, voy a la primera entrada, el origen del blog y pienso el motivo de comenzar un blog.
Me quedo sobrecogida al leer entrada y comentario, cuanto amor en unas letras entrelazadas...
Y sigo leyendo... de atras alante y mas entradas y mas comentarios, decididamente me he enamorado de tí... disculpenme admiradoras, amantes, amigas y esposas...
Te he puesto cara, edad, ubicación, sonrisa, voz y huellas dactilares.
En este momento nocturno, abrazada por tus palabras encuentro la paz que andaba buscando y ceden mis parpados pesados.
Al amanecer te dejaré libre, ahora en tus sueños te miro y siento que te conociera de toda la vida.
Gracias ser imaginario.
Ahí me tienes, si llegaste, sabrás en el lugar en el que encontrarme.
Gracias por compartir tu noche conmigo...