La vida es un pequeño conjunto de instantes, de momentos, emociones y algunas pequeñas decepciones. Una empinada cuesta construida por sueños, que sólo consiguen escalar los que, con fuerte entrenamiento se convencen de que más tarde o más temprano alcanzarán la cima. Una batalla que jamás se pierde, nunca se abandona por mucho que cueste. Batalla en la que solamente los valientes perseveramos para alcanzar nuestros sueños pues estamos convencidos de que lo que realmente estamos construyendo es la plena felicidad. Batalla en la que algunas veces hemos caído al suelo, yo mismo me he sentido magullado, pero al instante me he levantado más fuerte si cabe, cuando el fango me atrapó saqué fuerzas que ni creía tener, grité hasta cuando faltaba la voz. Una batalla en la que con mucho esfuerzo, hemos ido venciendo poco a poco todos los miedos cotidianos. Una batalla en la que hemos conseguido reinventarnos y seguir luchando por alcanzar la gloria. Y saborear esa gloria que llega c...