Si debo darte las gracias por algo es por enseñarme todo aquello que no quiero. No va conmigo la mentira, la decepción ni siquiera la falta de estilo. He aprendido bien que camino he de llevar, he crecido, he sentido, he llorado. Y he seguido volando cómo siempre hice, más alto y más fuerte de lo que nunca pude imaginar. Porque el primero en pedir disculpas, es el más valiente. El primero en perdonar, el más fuerte. El primero en olvidar, el más fuerte.
Aunque me llenaste de dolor, ya te he perdonado. Aunque me decepcionaste, ya te he arrancado de mí. Y no tengo odio, no tengo rabia, no guardo rencor. Siempre aposté por quedarme con lo bueno, por crecer, por luchar, por avanzar y así sigo, creando a cada día nuevos horizontes, nuevas metas, nuevos sueños. Que el sol ilumine tus pasos y alcances tus sueños.